Por Heriberto Tejada
A inicios del año 2022, durante
mis estudios de geopolítica, conversaba con varios compañeros sobre el cambio
en las relaciones internacionales y la geopolítica. En este diálogo,
destacábamos cómo el armamentismo, la seguridad y la defensa tomaban
preponderancia sobre la economía y el comercio.
En ese contexto, se pronostica
que los riesgos geopolíticos tendrán un impacto mayor en los mercados que los
riesgos económicos en 2024. Los conflictos en Ucrania, Gaza y Taiwán, así como
las relaciones entre China y Estados Unidos, junto con las elecciones
presidenciales en este último país, donde Trump se perfila como posible ganador
según varios analistas, son los principales focos de tensión geopolítica.
Aunque se espera que la recesión
económica se retrase y sea menos severa de lo anticipado, el panorama
geopolítico generará incertidumbre en los mercados y presiones inflacionarias.
En cuanto a las perspectivas
económicas, se prevé un crecimiento dispar por zonas geográficas, con América
Latina proyectada a crecer entre el 2% y el 3% en los próximos dos años, según
la OCDE. Sin embargo, las tensiones geopolíticas podrían desacelerar el
crecimiento y aumentar la inflación en la región.
China enfrenta riesgos
significativos debido a tensiones estructurales y la inestabilidad en el sector
inmobiliario, lo que llevó al Banco Mundial a recortar su pronóstico de
crecimiento para el próximo año. En contraste, India experimenta un ascenso espectacular
con un pronóstico de crecimiento del 6.3% para 2024, según el Fondo Monetario
Internacional.
En Estados Unidos, se anticipa
una "caída suave", mientras que Europa enfrenta una desaceleración
más pronunciada en 2024, con un contexto de pesimismo entre empresarios y
consumidores que podría conducir a una recesión.
En el ámbito político, se
vislumbra un enfrentamiento en las elecciones estadounidenses de noviembre de
2024 entre Joe Biden y Donald Trump, donde este último podría retornar al
proteccionismo y abandonar la cooperación en asuntos multilaterales, medioambientales
y nucleares.
La guerra entre Rusia y Ucrania
persiste, dependiendo de factores como ciclos electorales y la disponibilidad
de armamento. Mientras Europa parece dispuesta a continuar su apoyo, la falta
de respaldo estadounidense podría llevar a Ucrania a una negociación forzosa.
Los ataques de Hamás a Israel
intensifican el conflicto en Gaza, generando tensiones geopolíticas entre
potencias mundiales con posturas opuestas.
La crisis climática, evidenciada
por la falta de acciones globales contundentes, se suma a la geopolítica
global, aumentando el riesgo de fenómenos meteorológicos extremos con impactos
devastadores, especialmente en países menos desarrollados.
En cuanto a la situación en
Haití, se requiere una intervención rápida para restablecer la paz, la recién
aprobada misión aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU no cuenta con el
desembolso de los fondos para su ejecución.
Mientras que República
Dominicana enfrenta retos en control migratorio, continuar la reducción de la
inflación, gestión de la crisis energética, prevención de los riegos por
fenómenos atmosféricos y suministro de combustibles ante posibles eventos
geopolíticos que dificulten el abastecimiento.
En conclusión, aunque se
pronostica un crecimiento económico global para 2024, las incertidumbres
geopolíticas y los conflictos actuales amenazan la estabilidad económica. Las
elecciones en EE.UU., los conflictos en Europa del Este y Oriente Medio, la crisis
climática y otros fenómenos atmosféricos destacan como factores clave que
podrían alterar este panorama.
Heriberto Tejada, es Candidato a regidor por la
CIR. 2 de SDE. Especialista en Geopolítica y Relaciones Internacionales.
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