Bukele lo vuelve a hacer: su carisma y magnetismo lo vuelven viral en las redes, criticando a la OEA. ¿Pero tiene razón?



Por Heriberto Tejada

Nuevamente, Nayib Bukele se ha convertido en tendencia en las redes sociales, esta vez criticando a la Organización de Estados Americanos (OEA) por no lograr un consenso para aprobar una resolución que instara a la publicación de las actas de los resultados de las elecciones venezolanas del pasado 28 de julio.

Su video obtuvo miles de reacciones apoyando su postura sobre la ineficiencia de la OEA y, según sus palabras, “un organismo que ataca a los defensores del pueblo como él y protege a los verdaderos opresores y violadores de derechos humanos como Maduro”.

Pero, ¿hasta qué punto tiene razón Bukele en su crítica a la OEA? Para llegar a una conclusión objetiva, es necesario analizar el rol de la OEA, las razones detrás de la no aprobación de la resolución y, finalmente, los posibles motivos de la crítica de Bukele a la organización.

¿Qué es la OEA?

La Organización de Estados Americanos es una organización internacional de carácter regional, conformada por 34 países del continente americano. Entre sus objetivos principales están la promoción de la paz y la democracia, algo que Venezuela necesita urgentemente en este momento.

Las decisiones de la OEA deben ser aprobadas por la mayoría de sus países miembros, que son independientes, soberanos y tienen igualdad de condiciones sin importar su tamaño, población, nivel económico o poder militar.

La no aprobación de la resolución para mostrar las actas de los resultados en Venezuela

Siendo la promoción de la democracia una función de la OEA, varios países miembros del organismo convocaron una reunión de emergencia para debatir los resultados electorales en Venezuela y exigir una prueba que justificara la victoria de Maduro. Sin embargo, como hemos mencionado, la OEA toma decisiones consensuadas por todos sus miembros, y para que una resolución sea emitida necesita la aprobación de la mayoría.

En este caso, solo 17 países votaron a favor de la resolución, faltando un voto para su aprobación. Los países que votaron a favor fueron Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam y Uruguay.

Se abstuvieron Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Granada, Honduras, San Cristóbal y Nieves, y Santa Lucía. No participaron en la sesión Dominica, México, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, además de Venezuela.

En tal sentido, podemos notar que la OEA no toma decisiones sobre los procesos de un país sin la aprobación de los demás Estados miembros. La organización solo certifica las acciones, pero las decisiones las toman los Estados miembros.

¿Por qué Bukele ataca a la OEA?

Dado todo lo anterior, la OEA jugó su rol al convocar a los Estados y exhortarlos a tomar una decisión. Los Estados, siendo iguales e independientes, tomaron sus decisiones a favor y en contra. Por lo tanto, sería justo juzgar a cada Estado de manera independiente y no a la organización. Entonces, ¿por qué Bukele reaccionó contra la OEA?

La primera razón podría ser el desconocimiento del proceso de votación y toma de decisiones de la OEA, algo poco probable considerando que Bukele es jefe de Estado y, por ende, jefe de la política exterior. En este sentido, debería estar asesorado e informado sobre cada uno de los procesos donde su país es miembro. Después de cuatro años como presidente, debería conocerlo a la perfección.

La segunda razón, y en mi opinión la más probable, es que la OEA, como promotora de la democracia, ha expresado su desacuerdo con algunas acciones de Bukele. Esto incluye su decisión de ignorar la constitución de su país que prohíbe la reelección y la autorización de enviar militares al congreso para presionar a los diputados a aprobar un préstamo que no apoyaban.

Además, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, parte de la OEA, ha criticado al gobierno salvadoreño por violaciones de derechos humanos, incluyendo detenciones arbitrarias y encarcelamientos sin el debido proceso. Estas críticas no se refieren a la defensa de delincuentes, sino a la protección de inocentes que, por su apariencia, como tener tatuajes, han sido encarcelados sin una sentencia. El propio gobierno ha reconocido que alrededor del 10% de los encarcelados son inocentes.

Por tanto, para mantener su política que le ha generado una alta aceptación, Bukele busca desacreditar a la organización que se ha opuesto a varias de sus acciones contra los derechos humanos y la democracia. Aprovecha su credibilidad en un momento oportuno en el que todos esperábamos la sentencia de la OEA contra el proceso venezolano para decir: "Miren, ellos son los malos y yo soy el bueno al que siempre atacan, mientras dejan en paz al verdadero malo".

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